Un inhibidor de señal es un dispositivo diseñado para interrumpir o bloquear las comunicaciones inalámbricas (por ejemplo, teléfonos móviles, WiFi, GPS) mediante la emisión de señales de interferencia en el mismo rango de frecuencia que el dispositivo objetivo. Su propósito principal es evitar que el objetivo reciba o transmita señales, "inhibiendo" efectivamente la conexión.
Los inhibidores funcionan a través de dos mecanismos principales: bloqueo y suplantación. El bloqueo es el más común: el inhibidor emite una señal más fuerte en la banda de frecuencia del objetivo (por ejemplo, 2,4 GHz para WiFi o 800 MHz para teléfonos móviles). Esta señal dominante hace imposible que el dispositivo objetivo distinga la señal original de la interferencia. La suplantación, por otro lado, implica enviar señales falsas para engañar al objetivo, por ejemplo, un inhibidor de GPS podría transmitir datos de ubicación falsos al sistema de navegación de un vehículo.
Existen varios tipos de inhibidores, cada uno dirigido a tecnologías específicas:
· Inhibidores de teléfonos móviles: Bloquean señales 2G/3G/4G/5G, impidiendo llamadas, mensajes de texto o datos.
· Inhibidores WiFi: Interrumpen las redes WiFi de 2,4 GHz/5 GHz, ralentizando o deteniendo el acceso a Internet.
· Inhibidores GPS: Interfieren con las señales de satélite, utilizados para ocultar la ubicación de un vehículo.
Es fundamental tener en cuenta que el uso de inhibidores es ilegal en la mayoría de los países sin autorización. Pueden interrumpir las comunicaciones de emergencia (por ejemplo, llamadas al 911) y violar los derechos de la red pública. Los usos legales se limitan a entornos seguros como prisiones, bases militares o salas de examen.
En resumen, los inhibidores funcionan abrumando o engañando a los dispositivos objetivo, pero su uso está fuertemente regulado para proteger la seguridad pública.